domingo, 24 de noviembre de 2013

Referentes levantinos del retrato s. XIX

Ramón Casas
Nació y se formó artísticamente en Barcelona con Joan Vicens y se perfeccionó en París donde residió de 1890 a 1894 con Rusiñol y Utrillo entre otros. En sus primeras obras plasmó interiores y exteriores parisinos empleando la manera impresionista.
A su regreso a Barcelona siguió cultivando esta tendencia inicial de su pintura, sobre todo en sus cuadros de interiores con figuras femeninas, pero también se interesó por la pintura histórica, en particular por la plasmación de acontecimientos contemporáneos; las procesiones y los bailes populares se contaron entre sus temas preferidos.
Para dinamizar el ambiente artístico de la Barcelona de la época, en 1897 Rusiñol, Romeu, Utrillo y él abrieron la cervecería Els Quatre Gats, donde se celebraron famosas tertulias y fundaron una revista del mismo nombre, que más tarde se publicó con el título de Pel i Ploma.
Así entró en contacto con muchas de las personalidades de la sociedad barcelonesa a las que retrató en sus incisivos dibujos al carbón (más de doscientos), que lo acreditan como un gran dibujante.
No menos interesante es su actividad como diseñador de carteles (Anís del Mono, Cigarrillos París). Ramón Casas fue una de las grandes figuras del modernismo pictórico.
Ignacio pinazo 
Ignacio Pinazo recoge muchas de las penalidades de un muchacho atraído por la pintura que vive en el seno de una familia humilde. Nació en Valencia en 1849 y tuvo que ganarse la vida desde muy joven haciendo de platero, decorador de azulejos, sombrerero o pintor de abanicos. Inicia su aprendizaje artístico en serio a los 21 años obteniendo su primer éxito tres años más tarde en Barcelona. En 1874 obtiene una pensión para trasladarse a Roma a cargo de la Diputación valenciana. Al regresar a su ciudad natal abandona la temática histórica imperante en la época para dedicarse a realizar escenas familiares, figuras desnudas o recoger momentos de la vida popular; con una pincelada suelta y alegre, y empleando tonos oscuros con referentes como Ribalta y Ribera. Sus obras le situaron entre los mejores artistas de finales del siglo XIX. Falleció en Godella en 1916.

Mascletá

Joaquín Sorolla
Joaquín Sorolla y Bástida nace en Valencia en 1863 en el seno de una familia modesta. A los dos años queda huérfano y es recogido por sus tíos maternos. Los estudios no le llaman la atención y el director de la escuela aconseja que el pequeño sea matriculado en la Escuela de Artesanos donde asiste a las clases nocturnas de dibujo del escultor Cayetano Capuz. En los años siguientes trabajará como cerrajero y coloreando fotografías mientras asiste a las clases en la Escuela de Bellas Artes de San Carlos. Una visita en 1881 al Museo del Prado provoca su admiración por Velázquez, Ribera y el Greco. Su carrera artística empieza a cosechar premios y medallas obteniendo una pensión para estudiar en Roma y París. Contrae matrimonio con Clotilde García del Castillo en 1888 con quien tendrá tres hijos. Los premios son cada vez más importantes, obteniendo una Medalla de Primera Clase en 1895. Poco a poco alcanza su madurez artística realizando en Madrid un importante número de retratos con los que obtiene gran reconocimiento. Su fama internacional llegará con las exposiciones de París (1906) y Nueva York (1909), en las que alcanza un importante éxito de ventas y de crítica. Su estilo luminista es muy admirado. La luz valenciana, las gentes del pueblo y sus actividades protagonizarán sus cuadros, en los que la luz y el color - aplicado con largas pinceladas - serán los elementos principales. Su obra más importante la realiza para la Hispanic Society de Nueva York donde decora las paredes con paneles de temática regional española. Al finalizarla sufrió un ataque de hemiplejía en su casa de Madrid falleciendo tres años después en la sierra de Guadarrama.
Francisco Domingo Marqués
Francisco Domingo Marqués inició su formación artística en la Escuela de Bellas Artes de San Carlos en su Valencia natal, teniendo como maestro a Rafael Montesinos, gran admirador de Ribera cuya pintura copiará continuamente. En 1864 se traslada a Madrid para continuar su formación en la Real Academia de San Fernando obteniendo en 1868 la ansiada pensión para trasladarse a Roma. El envío de obras a las Exposiciones Nacionales le permitirá cosechar importantes éxitos siendo sus trabajos herederos de la tradición barroca. De regreso a España divide su tiempo entre Madrid y Valencia, trasladándose en 1875 a París trabajando en pequeñas obras de estilo minucioso y colorista, con cierta influencia del impresionismo francés. En su etapa madura llegará a deshacer la materia pictórica para interesarse especialmente por el color.





 

sábado, 23 de noviembre de 2013

Los animales en la pintura

Esta ha sido mi primera vez; la primera vez que pinto un animal. Y me ha gustado mucho la experiencia porque los animales son muy, pero que muy agradecidos. No se enfadan si no les favoreces y tampoco les importa mucho su apariencia final, así que uno se siente libre de interpretarlos a su manera.
Pero...¿qué animal escoger? Obviamente prohibidas las típicas imágenes de perritos y gatitos bonitos. Tenía que ser un animal imponente, digno y animal en el sentido más literal de la palabra. Por eso elegí un Gorila. Busqué imágenes que no fueran solo "imagen plana de gorila estándar", sino que fueran representativas de un gorila en concreto y no cualquier gorila. Como si mi intención fuera retratar un jefe gorila de tal zona y no otro. Al final encontré estas dos que me gustaron mucho:
Aunque la segunda me gustaba más, mi corazón insistía (disimuladmente) para que escogiera la primera, así que, ¿quién soy yo para resistirme a mi propia intuición? Mi intención nunca fue copiar la imagen tal cual, es decir, una traducción fidedigna de tonos y formas de una fotocopia a un tabla, ¡jamás! mi verdadera intención era trasladar mi sensación más profunda de una posible sensibilidad, carácter, forma y expresión de ese gorila en concreto a una superficie en la que lo pictórico se exprese con libertad. Este fue el proceso:
Primera mancha
A mitad
Definifivo, óleo sobre tabla 50x70

Detalle
Este ejercicio está relacionado con la intencionalidad a lo largo de la historia en la que los animales aparecen junto a sus dueños o en la que éstos aportan un significado concreto a la obra.





¿Cuál será mi próximo animal? ¡Ahora quiero hacer otro!

lunes, 18 de noviembre de 2013

Impresionantes ¿paisajes?

Martínez Novillo
Más sublimes, solitarios y melancólicos no pueden ser;
pero en eso mismo reside Toda su belleza y profundidad.
Me recuerdan a la ambigüedad de los comienzos de la abstracción en las que la figura era una excusa para recrearse en la amplitud de las superficies pictóricas y su majestuosa combinación.
El monje a la orilla del mar, Caspar David Friedrich.
Perro semihundido, Goya.