El fin del arte según Arthur C. Danto
Este autor propone una nueva manera de comprender el
concepto de arte. Opina que antes de 1.400 d.C. las producciones artísticas no
se hacían con un fin estético sino más bien utilitario y que es nuestra manera
de mirar, contar y apreciar el pasado la que las convierte en obras de arte.
No obstante, en la actualidad es imposible seguir valiéndose
de esta antigua manera de entender el arte como desarrollo progresivo por la
mezcla de tendencias e individualidades existentes. A esto Danto lo nombra conciencia
posthistórica. Además llama nuestra atención sobre el collage como modo más
representativo del arte posthistórico por la capacidad de juntar varias
realidades en una sola. El autor comprende que el arte como narración desapareció hace mucho tiempo y, en relación con la aparición de un nuevo tipo
de conciencia sobre el arte, propone un cambio de nivel para las nuevas
reflexiones artísticas adentrándose éstas en el campo de la filosofía.
En la era posthistórica se libera al artista de lo literario
e incluso de lo gráfico para considerar creación todo aquello que el artista
desee considerar arte o manifestarse como obra de expresión. Esto surge a
partir de un cambio en el pensamiento producido en la modernidad: como el yo de
Descartes comprende el mundo a través de su subjetividad, y que las obras no
pueden mirarse más que desde un punto de vista interno. Nietzsche decía que
nadie puede entender más allá de sus propias experiencias. Por lo tanto, en el
campo artístico sucede algo similar: de una idea de representación externa (el
Renacimiento, los bodegones del norte de Europa, los retratos reales de los
siglos XVI y XVII), se abandona paulatinamente la narratividad para, con el
propio lenguaje de los materiales, contar otro tipo de historia propia de la
subjetividad.
Esta ruptura sucede según Danto en la postmodernidad cuando
la sucesión de estilos e imposibilidad de definición provocan un nuevo cambio
de conciencia hasta que finalmente es asimilada la falta de línea descriptiva y
narrativa en el arte y se asientan las bases para que los artistas, liberados
de la carga histórica, puedan crear libremente. De esta manera surgieron una
gran variedad de manifiestos que, basándose en distintas verdades filosóficas,
promulgaban cierto tipo de arte frente a otros. Pero la idea era, antes del
cambio de conciencia advertido por Danto, que seguía existiendo un arte por encima
de otros, pues su verdad filosófica se gritaba con más fuerza.
Con la aparición del arte Pop esta lucha por la supremacía
de un estilo u otro desaparece pues se llama la atención sobre la no
importancia filosófica, sobre la no verdad con la que el arte puede
manifestarse. El pop art muestra el mundo de la cotidianidad, que no afirma ni
expresa ninguna verdad más que aquella en la que todos nos sentimos reconocidos
como las cajas Brillo del supermercado. De esta manera el arte consigue romper
con la carga de la responsabilidad filosófica de definición del arte para dar
paso a una amplia pluralidad de aspectos, razones y situaciones en las que
cualquier cosa puede ser arte si el artista así lo desea, pues no existe
ninguna doctrina que justifique un arte por encima de otro. Esta nueva
situación presentará muchos problemas a la crítica porque si no tienen
algo a lo que atenerse: ¿cómo valorar una obra artística? Danto propone valorar
la obra en sus propios términos, en sus propias causas, significados,
referencias y manera de llevarla a cabo. De si su intención está conseguida o
si por el contrario le falta trabajo y experimentación.
Otro campo afectado por el pluralismo del arte es el de las
instituciones que se mueven alrededor de éste. Principalmente los museos, más
que las galerías, por su afán clasificador e historiador de un arte esencialmente
narrativo. Estas instituciones, opina Danto, deben de encontrar nuevas maneras
de mostrar y acercar el arte contemporáneo al público, sin mediaciones de tipo
administrativo y de catalogación.
Conclusiones sobre el
documental del artista Bram Van Velde
El documental intenta recuperar la dignidad de la pequeña
vida Bram van Velde que eligió el camino del arte como una manera
de experimentación y crecimiento personal. Se muestra cómo este artista fue
pasado por alto por la crítica al tener una vida más bien desapercibida, pues
su interés principal era la creación y la experimentación desde un grado más
íntimo.
La crítica del arte, los aficionados y los historiadores lo
que hacen es engrandecer las obras y las vidas de los artistas sin comprender
precisamente que la experiencia artística es muy íntima y pequeña. Ellos juzgan
sobre lo que les es ajeno, pues la revelación esencial de la experiencia
artística sólo se muestra al autor, y de lo que ellos creen ser partícipes sin
comprender que tras ello hay un crecimiento y una reflexión personal.
Bram van Velde forma parte de la época en que se desarrollan
las vanguardias artísticas, preocupadas más bien por encontrar nuevas maneras
de expresión no ligadas a la tradicional narrativa del arte. Por ello Van Velde
abandona la estricta figuración para escuchar la propia poética de su manera de
hacer, lo gráfico y lo plástico de sus herramientas, los colores y la
composición de sus obras mediante la reflexión y el crecimiento subjetivo. Así
recomienda el autor dar una oportunidad a lo desconocido de cada uno y a la
búsqueda de la poética personal como medio de experimentación.
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