miércoles, 17 de septiembre de 2014

El hombre elefante

El otro día vi a un hombre así por la calle:

Lo ví desde el autobús; apenas fueron unos segundos pero el impacto fue grande. El resto del trayecto lo pasé intentando dibujar la enormidad de lo que había visto. Esta es la imagen que todavía hoy, después de un mes, puedo recordar. Lo curioso es que no recuerdo detalles sino aquél cráneo desmesurado, el ojo hinchado y una desproporción increible entre la superficie de su cabeza y sus rasgos físicos.

Este es el boceto que hice en el autobús:

Aquí parece más un dandy del siglo XIX pero creo que fue porque no era capaz de asimilar tanta asimetría. Se lo enseñé a varias personas pero no sintieron el mismo impacto así que después de un mes lo he vuelto a dibujar con mis recuerdos, intentando transmitir aquel primer impacto.

Algunos estaréis ya pensando en la película de David Lynch, El hombre elefante. En la película siempre lleva el rostro tapado hasta que encuentra a unos amigos que soportan su sufrimiento. Y me pregunto... ¿cómo debe ser la vida de este hombre? Si yo me quedé mirándo disimuladamente (aunque claramente fascinada) desde la distancia... ¿quién no lo miraría? ¿De dónde sacará tanto valor? ¿Qué le pasaría en el ojo que llevaba vendado? Estaba a la salida del Corte Inglés comiendo una bolsa de papas... ¿vendría del médico? o ¿habría estado comprando?

Una de las escenas que más recuerdo en la película es cuando le hacen una encerrona en el metro y él acaba gritando: "¡no soy un monstruo, soy un ser humano!" En fin... ¿Sentiría David Lynch la misma fascinación cuando hizo la película?


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