Me gustaría pensar que éste no es un objeto más que ocupa espacio en la habitación: esta figura está hecha a propósito, surgida de los sentimientos, reflexiones y esfuerzo de una persona. Por lo tanto no debería observarse como algo más; como un jarrón, un mueble o una televisión... esta figura es como una Declaración, pues surge del corazón de quien la realiza. Una escultura es algo especial y diferente que llena el espacio que comparte contigo. Lo mismo sucede en cuanto al resto de trabajos escultóricos: hay que intentar no pasar delante de ellos como si no fueran más que algo decorativo sino contagiarse de la emocion que el artista puso en ella mientras la hacía.
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Una vez satisfecha la Idea de sí misma se independiza del Artista y se convierte en algo vivo y coherente que es capaz a su vez de crear e inspirar otras Ideas a aquellos que la observan. Este constituye su propio ciclo Vital; y su destino: la Eternidad.
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