domingo, 24 de marzo de 2013

Comentario Arthur C. Danto y Bram Van Velde



El fin del arte según Arthur C. Danto

Este autor propone una nueva manera de comprender el concepto de arte. Opina que antes de 1.400 d.C. las producciones artísticas no se hacían con un fin estético sino más bien utilitario y que es nuestra manera de mirar, contar y apreciar el pasado la que las convierte en obras de arte.

No obstante, en la actualidad es imposible seguir valiéndose de esta antigua manera de entender el arte como desarrollo progresivo por la mezcla de tendencias e individualidades existentes. A esto Danto lo nombra conciencia posthistórica. Además llama nuestra atención sobre el collage como modo más representativo del arte posthistórico por la capacidad de juntar varias realidades en una sola. El autor comprende que el arte como narración desapareció hace mucho tiempo y, en relación con la aparición de un nuevo tipo de conciencia sobre el arte, propone un cambio de nivel para las nuevas reflexiones artísticas adentrándose éstas en el campo de la filosofía.

En la era posthistórica se libera al artista de lo literario e incluso de lo gráfico para considerar creación todo aquello que el artista desee considerar arte o manifestarse como obra de expresión. Esto surge a partir de un cambio en el pensamiento producido en la modernidad: como el yo de Descartes comprende el mundo a través de su subjetividad, y que las obras no pueden mirarse más que desde un punto de vista interno. Nietzsche decía que nadie puede entender más allá de sus propias experiencias. Por lo tanto, en el campo artístico sucede algo similar: de una idea de representación externa (el Renacimiento, los bodegones del norte de Europa, los retratos reales de los siglos XVI y XVII), se abandona paulatinamente la narratividad para, con el propio lenguaje de los materiales, contar otro tipo de historia propia de la subjetividad.
Esta ruptura sucede según Danto en la postmodernidad cuando la sucesión de estilos e imposibilidad de definición provocan un nuevo cambio de conciencia hasta que finalmente es asimilada la falta de línea descriptiva y narrativa en el arte y se asientan las bases para que los artistas, liberados de la carga histórica, puedan crear libremente. De esta manera surgieron una gran variedad de manifiestos que, basándose en distintas verdades filosóficas, promulgaban cierto tipo de arte frente a otros. Pero la idea era, antes del cambio de conciencia advertido por Danto, que seguía existiendo un arte por encima de otros, pues su verdad filosófica se gritaba con más fuerza. 

Con la aparición del arte Pop esta lucha por la supremacía de un estilo u otro desaparece pues se llama la atención sobre la no importancia filosófica, sobre la no verdad con la que el arte puede manifestarse. El pop art muestra el mundo de la cotidianidad, que no afirma ni expresa ninguna verdad más que aquella en la que todos nos sentimos reconocidos como las cajas Brillo del supermercado. De esta manera el arte consigue romper con la carga de la responsabilidad filosófica de definición del arte para dar paso a una amplia pluralidad de aspectos, razones y situaciones en las que cualquier cosa puede ser arte si el artista así lo desea, pues no existe ninguna doctrina que justifique un arte por encima de otro. Esta nueva situación presentará muchos problemas a la crítica porque si no tienen algo a lo que atenerse: ¿cómo valorar una obra artística? Danto propone valorar la obra en sus propios términos, en sus propias causas, significados, referencias y manera de llevarla a cabo. De si su intención está conseguida o si por el contrario le falta trabajo y experimentación.

Otro campo afectado por el pluralismo del arte es el de las instituciones que se mueven alrededor de éste. Principalmente los museos, más que las galerías, por su afán clasificador e historiador de un arte esencialmente narrativo. Estas instituciones, opina Danto, deben de encontrar nuevas maneras de mostrar y acercar el arte contemporáneo al público, sin mediaciones de tipo administrativo y de catalogación.


Conclusiones sobre el documental del artista Bram Van Velde

El documental intenta recuperar la dignidad de la pequeña vida Bram van Velde que eligió el camino del arte como una manera de experimentación y crecimiento personal. Se muestra cómo este artista fue pasado por alto por la crítica al tener una vida más bien desapercibida, pues su interés principal era la creación y la experimentación desde un grado más íntimo. 

La crítica del arte, los aficionados y los historiadores lo que hacen es engrandecer las obras y las vidas de los artistas sin comprender precisamente que la experiencia artística es muy íntima y pequeña. Ellos juzgan sobre lo que les es ajeno, pues la revelación esencial de la experiencia artística sólo se muestra al autor, y de lo que ellos creen ser partícipes sin comprender que tras ello hay un crecimiento y una reflexión personal.
Bram van Velde forma parte de la época en que se desarrollan las vanguardias artísticas, preocupadas más bien por encontrar nuevas maneras de expresión no ligadas a la tradicional narrativa del arte. Por ello Van Velde abandona la estricta figuración para escuchar la propia poética de su manera de hacer, lo gráfico y lo plástico de sus herramientas, los colores y la composición de sus obras mediante la reflexión y el crecimiento subjetivo. Así recomienda el autor dar una oportunidad a lo desconocido de cada uno y a la búsqueda de la poética personal como medio de experimentación.



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